dissabte, 9 de maig del 2015

De profesión, artista.

Nunca vamos a exponer nuestras obras en el Louvre de París o en el Museo del Prado de Madrid.  Los jugadores de hockey patines somos más del género bohemio y no ligamos con las grandes marcas del arte.
Cada partido que jugamos se nos presenta con forma de lienzo en blanco y nuestra misión es colorearlo. Nosotros no jugamos. Nosotros creamos.

Durante toda la semana de entrenamientos nos dedicamos a perfeccionar nuestras habilidades pictóricas para que el día de partido podamos pintar nuestro mejor cuadro.
Si el día de partido, con presión, contra rivales que ponen las cosas muy difíciles, con ambientes hostiles, con decisiones arbitrales que a veces no nos gustan, queremos plasmar nuestro mejor trabajo pictórico sólo se me ocurren dos posibles finales: si durante la semana estuvimos trabajando bien la incidencia de la luz, que colores escoger, como combinarlos, qué proporciones escogemos, que pincel vamos a utilizar y en qué sentido lo vamos a mover, qué marco bordeará nuestra obra, etc... vamos a jugar bien (ya no digo ganar, porqué algunas veces se juega bien y se pierde -digo "algunas" porqué normalmente el jugar bien va relacionado con ganar); por otro lado, si no trabajamos todas las técnicas anteriores, vamos a pintar un cuadro de risa, nada digno de un artista como nosotros.

Definitivamente se juega como se entrena. Imagínate que un abogado no se entere que han salido publicadas nuevas reformas del Código Penal y cuando va a defender su cliente a juicio le cita al señor juez artículos ya derogados; imagínate que contactas con un informático para que te formatee tu PC y te instale los últimos sistemas operativos y cuando te devuelve tu ordenador ves que te instaló el Windows 5; imagínate que vas a la pescadería a comprar un buen salmón para hacerlo al forno con verduras y sólo hay una triste sardina en exposición porqué el dependiente de pescadería no fue a la subasta de pescado a comprar género. Así podría darte mil ejemplos más del siguiente silogismo: si no hago bien mi trabajo, no cumplo con mis obligaciones y si no cumplo con mis obligaciones, fracaso.
Pues bien, no pretendáis llegar al sábado y hacer el partido de vuestros sueños si durante la semana no habéis trabajado todos los aspectos del partido.
Entrenador, preparador físico y jugadores tienen que formularse las mismas preguntas (y considero que por este mismo orden):

-¿ Estamos concentrados todos los miembros del equipo en conseguir un mismo objetivo?
-¿ Contra qué equipo jugamos el fin de semana?
-¿ Como puedo preparar físicamente, tácticamente, técnicamente y psicológicamente al equipo para este partido en concreto?

Para mi, estas son las tres preguntas claves que al principio de cada semana de trabajo nos tendríamos que formular.
Si no remamos todos hacia la misma dirección estamos perdidos. Si el último partido un compañero no jugó o jugó muy poco, el entrenador tiene que hablar con él y exponerle los motivos. El jugador tiene que ser maduro y saber qué tiene que hacer para cuando venga el día del próximo partido ponerle las cosas difíciles al entrenador a la hora de seleccionar qué jugadores van a jugar porqué todos trabajaron a tope durante la semana. A la vez, los compañeros que si jugaron tienen que darle ánimos y motivarle a que siga trabajando al máximo.
Una vez expuestas la bases estructurales de lo que nos permitirá entrenar en condiciones, debemos prepararnos en relación a nuestro sistema de juego aplicado a la forma cómo juega nuestro equipo rival. Si normalmente comenzamos a jugar con circulación de tres en media pista para organizar al equipo y marcar una jugada pero jugamos contra un equipo que nos va a defender en zona no va a tener sentido jugar como habitualmente lo hacemos. Debemos analizar al rival, ver dónde tiene sus puntos débiles y trabajarlos para explotarlos. También es muy importante hacer entender a todos los jugadores el porqué se juega de una manera o de otra y qué queremos conseguir jugando así.

La educación física ha evolucionado muchísimo. Hay maneras muy didácticas y amenas para trabajar aspectos físicos enfocados a los aspectos del juego. El jugador no tiene que relacionar nunca la preparación física con un castigo o algo pesado.
Al igual que la preparación física ha evolucionado mucho, el hockey patines también lo ha hecho. Los mejores ejercicios son los que tienen después incidencia directa en el juego. Es mucho mejor entrenar bien el 4x3 en situación de power play o contraataques de 3x2 o 2x1 que hacer ejercicios interminables y sin mucho sentido. A día de hoy, el 90% de los goles se hacen de contraataque o de bolas paradas, así que a lo mejor si que nos interesa entrenar bien estos aspectos, ¿no creéis?

Llegados a este punto, creo que nos faltaría la parte más importante y, a la vez, la más olvidada. ¿Como preparo psicológicamente el partido? Como, lamentablemente no tengo ningún referente acerca de este tema, voy a contar como lo hago yo y espero que os sirva a alguno de vosotros.
El primer paso es haber acabado la semana de entrenos con buen feeling. Esto me indica que trabajé bien y que tengo todas las herramientas para pintar un buen cuadro. Después me centro en el rival; pienso en cómo juegan, qué jugador/es del equipo rival voy a marcar y que movimentos acostumbran a hacer. Seguidamente me centro exclusivamente en mi; pongo en orden mi cabeza, pienso qué espera de mi el equipo y qué puedo hacer para dárselo. Simplemente pienso en que tengo que divertirme con responsabilidad. Si mi cabeza funciona, yo funciono.
Un error muy grande a la hora de preparar los partidos es generarse demasiado respecto hacia el rival (entendido como pensar que jugamos contra un equipo mejor que el nuestro y tenemos las de perder) o generarse demasiada relajación porqué jugamos contra un equipo inferior al nuestro. En ambos casos el resultado es negativo. Prepara el partido pensando en qué hace el equipo rival, pero no valorándolo con antelación. Tu no puedes controlar al equipo rival, en cambio, si te puedes auto-controlar a ti mismo, así que céntrate en lo que está a tu alcance y todo saldrá bien.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada