dilluns, 4 de maig del 2015

¡Marchando una de 500 flexiones y 2000 abdominales!

Antes de entrar en el tema de hoy, quiero agradecer profundamente a todos los visitantes del blog que han leído mis entradas. He recibido mensajes de apoyo por parte de muchos de vosotros y esto, para mi, no tiene precio.
Aprovechando esta pequeña introducción con forma de agradecimiento, añado que la publicación de hoy será un poco diferente.
Un buen amigo mio, jugador del 1r equipo del Cambrils C.H y entrenador nacional de hockey patines, me propuso tratar sobre un tema de importancia vital. Su nombre es Arnau Moragues y él mismo nos escribió esto para "hockey patines y alguna cosa más":

Flexiones y abdominales: castigo o refuerzo positivo?

"Uno de los problemas que tiene el hockey patines hoy en día es que hay muchos entrenadores. A pesar de esto, también hay muchos tipos de entrenadores. Yo considero que hay cinco: el primero, el ex-jugador que quiere seguir vinculado con el hockey y se forma para serlo; el segundo, el jugador en activo que además quiere entrenar a los niños, que se forma y va motivado a los entrenamientos; el tercero, el chaval joven que el club pone porqué no tiene más gente; el cuarto, el padre que el club pone delante la falta de efectivos; quinto, el entrenador que sólo entrena por dinero.
Pues bien, la mayoría de entrenadores son de los dos últimos grupos. Éstos, normalmente entre los 35-65 años, acostumbran a utilizar el método de castigo "¡Venga a hacer flexiones y abdominales!".
He tenido la suerte de compartir entrenamientos con los mejores jugadores que hay; cuando llegas a las puertas de los entrenamientos de un equipo de OK Liga y te dicen: "8x25 abdominales, 8x15 flexiones y comenzamos... lo primero que te viene a la mente es: "¡UF! qué palo" o "al igual las haré" o cualquier cosa similar...
Reforzar negativamente a los niños realizando ejercicio físico pensando en si algún día tienen la oportunidad de llegar a un equipo senior semi-profesional o profesional no les ayudará ya que entonces será el pan de cada día. No ayuda a la mente del niño. Y entonces me preguntaréis: ¿como lo hago si quiero castigar a un niño? La respuesta no os la voy a dar ya que no se debería castigar a los niños. Esta faena comienza desde el inicio de la temporada cuando el entrenador tiene que marcar la linea entre el buen rollo y la seriedad; desde aquel momento se tiene que trabajar la relación jugador-entrenador y no tener que llegar al castigo, principalmente porqué el niño/chico/jugador viene a pasárselo bien. Es más, tenemos que reforzar positivamente cuando realizamos ejercicios de este tipo, premiándolos de alguna manera y contándoles que esto será bueno para su cuerpo y para el día de mañana".

Pues bien, para comenzar, agradecer a Arnau su aportación. Nos es muy útil tener la perspectiva de un entrenador nacional (el máximo nivel en España) que está centrado en la formación de la base. Su reflexión me viene como anillo al dedo para relacionarla con mi última entrada en el blog cuando hablábamos de... EDUCACIÓN.
Al igual como te recomiendan que apuntes a tus hijos a clases de idiomas a tempranas edades para que cuando sean adolescentes tengan un dominio superior de las lenguas, en el deporte, el hockey en nuestro caso, los inputs que los peques reciban van a ser determinantes para el desarrollo de su carrera deportiva y, como apunta nuestro colaborador: el día que llegue su oportunidad de trabajar con los mejores, tendrá preparada su mente para rendir al máximo -como nos decía Gonçalo Alves- . Como veis todo tiene su lógica. Nada está dejado al azar. Trabaja bien con los peques y recogerán, tarde o temprano, estos frutos.
Seré muy claro: de cada 100 jugadores que han llegado al máximo nivel, 2 lo han podido hacer "sin esfuerzo" porqué han estado dotados con un talento innato que no han tenido que desarrollarlo a base de duro trabajo. Los 98 jugadores restantes se lo han tenido que curra, y mucho.
Dirigido a los padres, a los jugadores y a los entrenadores: si crees que formas parte de este exclusivo grupo del 2% que pueden llegar a lo más alto sin despeinarse gracias a un talento nada común, enhorabuena para ti. Creo que sería muy aconsejable por tu parte que fueras realista, asumieras formar parte de este 98% que resta y te pusieras manos a la obra.

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